Los tratamientos para puertas de aluminio, como son el lacado, el anodizado, los galvanizados y niquelados, permiten que los materiales que las componen ganen resistencia.
Seguramente que ya has escuchado estos nombres, pero no has encontrado explicación alguna sobre su utilidad, cómo se aplican o tan siquiera qué son. Son términos técnicos dentro de la construcción y los metales que pasaremos a explicar con detalles.
Por suerte para ti, en Portalum te lo contamos al detalle.
¿Qué es el Aluminio Lacado?
El lacado es un tratamiento que consiste en aplicar diversas capas sobre un material, como puede ser el aluminio de una puerta. Estas pueden ser más o menos densas, transparentes o de color, en brillo o en mate, pero en todos los casos garantizan una superficie homogénea, que ofrece una buena resistencia al rozamiento.
También protege frente a la abrasión, el rayado y el desgaste que provoca el uso, especialmente si lo combinamos con las cualidades de materiales de base como el aluminio, que aporta mejores características que, por ejemplo, el hierro, ya sea lacado o anodizado.
El aluminio lacado es tan bello como útil, ya que obtendrás una puerta difícil de dañar y con una estética de tu elección. Es posible aplicar lacas pigmentadas, como las basadas en poliuretanos, o lacas vinílicas, perfectas para crear una película exterior resistente.
A la hora de elegir por diferencias entre la chapa galvanizada o el aluminio, no cabe duda de que el aluminio se presenta como la primera opción en cuanto a duración a largo plazo. El acero lacado quedaría como una tercera opción.
También es un tratamiento que se suele aplicar normalmente en las vallas de aluminio.
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¿Qué es el Aluminio Anodizado?
A la hora de saber el significado de anodizado y elegir entre aluminio anodizado o lacado queremos dejar clara una cosa:
Este procedimiento es el que otorga a las puertas de aluminio para comercios la capa de óxido que protege el material. Consiste en modificar la superficie del metal para oxidarlo y crear una capa de alúmina de unas micras de espesor que protege al resto de la pieza.
Pero también es posible tintar la superficie mediante el anodizado. Si bien al principio solo se conseguía el gris natural, en la actualidad la gama de colores se extiende desde el negro y el dorado al azul o el verde. Este tratamiento también se aplica sobre el hierro, convirtiéndolo en hierro anodizado.
Para lograr el anodizado, la pieza de aluminio es utilizada como el ánodo de un circuito eléctrico sometido a electrólisis. Así, este material consigue una de sus principales características: la durabilidad.
¿Qué es el Aluminio Galvanizado?
¿Acero galvanizado o aluminio? Aluminio de nuevo.
Con el galvanizado de aluminio se logra cubrir un metal con otro. Este proceso electroquímico, cuyo nombre puede que te suene, permite proteger la superficie de un metal determinado con una capa de otro más resistente.
Uno de los más usados es el zinc sobre el hierro, ya que el primer metal se oxida antes y crea una capa protectora sobre el segundo. No obstante, no creas que todos los metales son susceptibles de combinarse entre sí.
Para que el galvanizado funcione, los materiales no pueden ser disímiles o poseer un potencial diferente de oxidación. Además, el calor afecta en algunas circunstancias. Por ejemplo, el acero galvanizado empezará a oxidarse si alberga agua a más de 60 ºC.
También se pueden mezclar varios acabados, como puede ser el acero galvanizado lacado.
¿Qué es el Aluminio Niquelado?
Esta técnica consiste en conseguir un recubrimiento metálico de níquel en base a una electrólisis. El objetivo es aumentar la resistencia a la corrosión, pero también se pueden crear motivos ornamentales.
Con este niquelado se consiguen diferentes calidades y resultados. El mate ofrece capas gruesas de níquel y el brillante permite la creación de una superficie reflectante.
Como ves, los galvanizados y niquelados, así como otros tratamientos, son indispensables para proteger puertas de aluminio enrollables y otros elementos indispensables de tu vivienda o negocio.
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